No voy a decir que el balance de la primera semana trabajando de pie no pueda ser mejor pero tampoco puedo decir que sea malo, más bien todo lo contrario. El lunes fue oficialmente el primer día que trabajé de pie. El tiempo de trabajo hasta la hora de la comida fue como el que ya había experimentado el viernes anterior: físicamente aceptable y mentalmente, con la promesa de la comida que no sería de pie, más aceptable todavía. El problema fue la tarde, un período más largo y además estando ya cansado.
Entonces fue cuando me vi escribiendo el libro sobre las mil y una formas de cambiar de postura, echar el peso sobre un pie, luego sobre el otro, luego sobre los dos, luego sobre uno pero el otro sobre la rueda de la silla ... Así fue como, cambio va, cambio viene, conseguí llegar a las 5 de la tarde. En ese momento, a pesar del pronóstico de tener que seguir de pie durante muchos minutos, tanto cuerpo como mente parece que se rindieron y el final del día fue mucho menos incómodo en todos los sentidos.
El martes fue fundamentalmente igual, y el miércoles y el jueves y hasta el viernes. Con una cierta progresión, con pequeños trucos que he ido encontrando, pero fundamentalmente igual. Creo que fue el jueves o más probablemente el miércoles el peor día de todos en el sentido de que me pregunté si tras el período de prueba seguiría todavía interesado habida cuenta del mal rato post-almuerzo.
Pero sí, estoy bastante convencido de que así será. Es cierto que en algunos momentos las piernas se quedan más doloridas pero también es cierto que durante todo el día me noto con mayor energía. ¿Será todo mental? Pues no lo sé pero lo que sí sé es que los días en los que tengo reuniones alterno de forma relativamente natural el estar de pie y sentado y todo se hace más llevadero. Y los días en los que no tengo reuniones, pues me obligo a ir a la cocina, tomar alguna infusión, a andar de vez en cuando y no estoy sentado no sé cuántas horas.
¿Y aparte de esto? Pues aparte de esto ayer, tras un día estando trabajando de pie jugué casi dos horas al pádel y me fue bastante bien. Me sentí bien, más ligero y hasta gané. Y hoy, tras haber jugado ayer, resulta que hemos echado el partido de fútbol más largo en bastante tiempo y también me he encontrado mejor. Con los músculos algo más acalambrados debido al partido de ayer, pero eso ha sido fundamentalmente al final del partido y solo han sido ligeras molestias.
Así que sí, me siento bien y la semana próxima sabré si es algo puntual, producto de mi delirante imaginación o es algo que promete cierta continuidad. Hasta entonces, disfrutemos de poder hacer deporte sin dolor.
Un saludo, Domingo.
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