sábado, 28 de enero de 2017

Me siento bien

No voy a decir que el balance de la primera semana trabajando de pie no pueda ser mejor pero tampoco puedo decir que sea malo, más bien todo lo contrario. El lunes fue oficialmente el primer día que trabajé de pie. El tiempo de trabajo hasta la hora de la comida fue como el que ya había experimentado el viernes anterior: físicamente aceptable y mentalmente, con la promesa de la comida que no sería de pie, más aceptable todavía. El problema fue la tarde, un período más largo y además estando ya cansado.

Entonces fue cuando me vi escribiendo el libro sobre las mil y una formas de cambiar de postura, echar el peso sobre un pie, luego sobre el otro, luego sobre los dos, luego sobre uno pero el otro sobre la rueda de la silla ... Así fue como, cambio va, cambio viene, conseguí llegar a las 5 de la tarde. En ese momento, a pesar del pronóstico de tener que seguir de pie durante muchos minutos, tanto cuerpo como mente parece que se rindieron y el final del día fue mucho menos incómodo en todos los sentidos.

El martes fue fundamentalmente igual, y el miércoles y el jueves y hasta el viernes. Con una cierta progresión, con pequeños trucos que he ido encontrando, pero fundamentalmente igual. Creo que fue el jueves o más probablemente el miércoles el peor día de todos en el sentido de que me pregunté si tras el período de prueba seguiría todavía interesado habida cuenta del mal rato post-almuerzo.

Pero sí, estoy bastante convencido de que así será. Es cierto que en algunos momentos las piernas se quedan más doloridas pero también es cierto que durante todo el día me noto con mayor energía.  ¿Será todo mental? Pues no lo sé pero lo que sí sé es que los días en los que tengo reuniones alterno de forma relativamente natural el estar de pie y sentado y todo se hace más llevadero. Y los días en los que no tengo reuniones, pues me obligo a ir a la cocina, tomar alguna infusión, a andar de vez en cuando y no estoy sentado no sé cuántas horas.

¿Y aparte de esto? Pues aparte de esto ayer, tras un día estando trabajando de pie jugué casi dos horas al pádel y me fue bastante bien. Me sentí bien, más ligero y hasta gané. Y hoy, tras haber jugado ayer, resulta que hemos echado el partido de fútbol más largo en bastante tiempo y también me he encontrado mejor. Con los músculos algo más acalambrados debido al partido de ayer, pero eso ha sido fundamentalmente al final del partido y solo han sido ligeras molestias.

Así que sí, me siento bien y la semana próxima sabré si es algo puntual, producto de mi delirante imaginación o es algo que promete cierta continuidad. Hasta entonces, disfrutemos de poder hacer deporte sin dolor.

Un saludo, Domingo.

sábado, 21 de enero de 2017

No me siento. !Bien!

Hoy me siento bien. Es el primer sábado en muchos que, tras jugar al fútbol, no noto molestias en las rodillas o el talón. A ver si puede seguir la racha. No sé si habrá tenido que ver que hacía dos semanas que no jugaba tras abandonar ese fútbol de los jueves y tras no acudir la semana pasada por culpa de lo que podríamos llamar "llamada voluntaria del deber" en el trabajo.

Lo de los jueves es extraño. He debido estar jugando con ellos durante casi diez años y la relación nunca fue mala pero tampoco fue magnífica quitando personas muy puntuales. En cualquier caso, sí que hubiera esperado algún tipo de reacción a mi comunicado y el silencio más absoluto fue lo que recibí. Tras unos meses fuera por lesión imagino que no les habrá pillado por sorpresa. Si esa fue su reacción imagino que todas las partes han salido ganando. Y yo el primero porque ese campo siempre me ha afectado a las articulaciones. A ver si gano tracción como jugador de pádel amater y, tal como parece, se muestra como un deporte menos lesivo con mis articulaciones.

Y si lo de los jueves es extraño, lo del trabajo no tanto. Sí que era un poco extraño el participar en un concurso de desarrolladores sin ser yo uno o al menos siendo mi perfil uno de los menos comunes en la competición. Se puede decir que era el más técnico de los menos técnicos de una empresa de marcado perfil técnico. De hecho, la única otra persona con mi misma categoría se limitó al papel de ideólogo, sin aportar nada desde el punto de vista de la implementación final. Al final, estuvo bien y acabé no solo con la sensación de que el equipo había hecho un buen trabajo a pesar de que solo uno de los tres estaba especializado en su área y con la sensación de que en una hipotética clasificación final hubiéramos quedado relativamente bien clasificados.

Por otro lado, el final del evento coincidió en cierta forma con la vuelta a la normalidad tras las vacaciones navideñas. Coincidió también con alguna que otra mejora en el producto que estoy desarrollando y que espero poder seguir haciendo porque las directrices pueden cambiar en cualquier momento y lo que han sido unos meses de tranquilidad tras otros tantos de lo contrario, podría volver a cambiar en cualquier momento. En cualquier momento, como cambian las cosas. Como cambia la forma de trabajar, que un día estás sentado todo el día en tu silla y mesa habituales y al día siguiente te instalan (porque lo has pedido tú) un nuevo escritorio que permite trabajar de pie o sentado según te convenga.

Dos semanas tengo para probarlo y decidir si me lo quedo. Tras medio día probándolo, el primer pensamiento no es "No me siento bien" sino "No me siento, ¡Bien!". Veremos qué tal tras la primera semana probándolo. En principio, por la mañana imagino que no habrá mucho problema pues justo cuando empezaba a sentir las piernas cansadas era el momento de ir a comer y comer sí que no pienso hacerlo de pie ... por el momento. La idea es ir alternando posiciones, estar de pie y sentado durante el día en vez de forma que en vez de pasar 9 horas con el culete pegado a la silla, pase por ejemplo 6 de pie y 3 sentado. Ya veremos la proporción final ... o incluso si no tengo que decir que esto no es para mí. Ya veremos.

Un saludo, Domingo.

sábado, 7 de enero de 2017

Terjiverso: El balón

Esta semana escuché a Taboada presentar un libro de rimas de deportes para niños. O un libro para niños de rimas de deportes ... algo así. Recordé que ya no hacía "terjiversos". En un gesto tan español como el de echar la culpa a otros, diremos que la culpa de haberme olvidado es del propio Taboada, que ya hace unos años que no hace sus reversos y no me lo recuerda. Y no solo le echaré la culpa sino que además me vengaré porque dijo en antena que un amigo suyo decía que era "polipatético", decía que "hacía muchas cosas mal". Eso es claramente incierto pues es ampliamente conocido que soy un "jugador polipatético", que juega mal en muchos sitios. Si el amigo de Taboada quiere meterse con él, que lo haga inventándose su propia palabra, no robándomela como si fuera un balón.

Y hablando de balones, a él dedicaré mi terjiverso.

Buen juego, de él tenerlo es la base,
A los cinco segundos marras el pase,
La hinchada deshinchada, cara de parca,
Ósculos de Judas al suplente sin clase,
Noventa minutos pitándote, tu mejor marca.

Un saludo, Domingo.

lunes, 2 de enero de 2017

Un año de Km. 0

Ayer me felicitaron el año en un grupo de Whatsapp. Con atino, alguien felicitaba no ya el Año Nuevo sino el año con poco uso. Año de Km. 0 respondió otra persona. Sin ánimo de reabrir el eterno debate acerca de cuándo se debe empezar a felicitar las navidades y cuándo se debe parar de felicitar el año, el primer o segundo día del año debería ser seguro felicitarlo y hasta desear mucha suerte con sus majestades los Reyes (o los ciudadanos de Oriente, no vaya a ser que se me enfade alguien).

Así pues, Feliz Año a todos ... y a secas.