sábado, 25 de noviembre de 2017

Ser profesional

Ayer hablaba con un compañero. Tras una larga conversación cuyos motivos se sabrán a continuación, me decía que a veces se valora más (y realmente hay que valorar más) al trabajador profesional sobre aquel que, teniendo más potencial, no lo es.

Referida a él, esta afirmación hay que leerla como un símbolo de humildad. Hace años recibió una magnífica propuesta laboral de uno de los gigantes tecnológicos y en vez de decir la verdad, que la recibió porque él lo vale, decía que por un lado quizás la había recibido porque dio la casualidad de que encajaba en lo que buscaban y por otro porque siempre intentaba ser muy profesional en sus entrevistas.

Yo no pronuncié la frase pero estoy de acuerdo con ella así que referida a mí, me gustaría leerla como un símbolo de lealtad y gratitud a la empresa que todavía me paga el sueldo, a pesar de haber comunicado que pronto será otra.

En la primera vez que lo hago he podido comprobar lo que todo el mundo dice, que no es fácil. Imagino que todo el mundo tendrá un concepto diferente de esa dificultad. En mi caso son los buenos compañeros y amigos a los que dejaré de ver pronto. Eso en primer lugar. En segundo y a bastante distancia, la puesta a prueba de tu profesionalidad. ¿Cómo trabajas en una empresa de la que te vas a ir? Pues a ser posible del mismo modo que si no fueras a hacerlo.

Por ejemplo, la oferta de trabajo me pilló (con que hubiera llegado en los últimos dos o tres meses lo hubiera hecho) con un cierto eternizado trabajo a medio terminar. Era consciente de que podía dejar documentado qué faltaba pero sabía que ese trabajo recaería sobre otros compañeros. Así pues, cuando me propusieron que el último día de trabajo fuera ayer viernes, comenté que no había problemas salvo que la empresa prefiriera que estuviera una semana más en la que me aseguraría que ese trabajo quedara listo. Eso fue lo que pasó.

De hecho, ser profesional ha tomado un nuevo significado para mí. No solo es lo que haces mientras estás trabajando en la empresa sin pensar en irte, ni lo que haces cuando has decidido irte sino también la preocupación por el bienestar de tus compañeros una vez que te hayas ido.

Un saludo, Domingo.

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