sábado, 25 de noviembre de 2017

¿Por qué?

Esta semana comuniqué mi baja en la empresa. Cuando hice la entrevista para la que pronto tomará su relevo, tuve muy claro que me apetecía cambiar, que quería por no decir que necesitaba un cambio.

Sin embargo, no fue hasta unos días después, cuando Recursos Humanos me emplazó para hablar, antes de que me fuera, de cosas que se pudieran mejorar, que me di cuenta de que no sabía por qué.

La pregunta, indirecta pregunta, me gustó mucho pues me ha permitido conocerme un poco mejor. Me ha permitido saber, por ejemplo, que cuando estoy a gusto con lo que hago, ni siquiera escucho ofertas de cambio aunque las haya; las rechazo de plano. Me ha permitido saber que, en los últimos cinco años, si describimos el crecimiento personal y profesional como una escalera que hay que subir, me he encontrado un rellano cada dos años. Un rellano en el que a veces podía encontrarme unas escaleras hacia abajo y otras simplemente un pasillo largo que no sabía a dónde conducía.

Ahora mismo me encontraba en uno de esos pasillos y de repente he visto otro tramo de escaleras hacia arriba, otra promesa de dos años (quizás) de crecimiento personal y profesional.

Por eso me cambio. Por eso no tuve dudas. Ya solo queda ver si acierto o no. Si las escaleras continuarán subiendo durante dos años, veinte o solo uno. Pero eso ya será el tiempo el que se encargue de desvelarlo.

Un saludo, Domingo.

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